Como la entrada de la semana
pasada se centró en la confianza en nosotros mismos, en esta hablaré sobre la
confianza en los demás. Confiar en alguien es creer en esa persona.
Todo es cuestión de confianza.
Para realizarnos completamente es necesario relacionarnos con los demás,
confiar en ellos. Si no confiamos en los demás no podemos convivir ya que no
nos relacionaríamos. Toda nuestra existencia gira en torno a la
confianza/desconfianza en los otros, y también en nosotros mismos. Al subir a
un avión ponemos nuestra vida en manos del piloto. Si cogemos un taxi confiamos
en que nos lleve a nuestro destino, por el camino más corto, y que nos cobre lo
justo. Cuando nos sentamos a la mesa de un restaurante pensamos, en primer
lugar, que los alimentos estarán en buenas condiciones. Al abrir la puerta de
nuestra casa suponemos que el invitado se comportará con corrección.
En una pareja la confianza en la
otra persona es fundamental. El otro día salió en clase esta cuestión: “¿los
celos son una demostración de amor?”. Respecto a esto yo no creo que sean una
demostración de amor, sino una gran demostración de desconfianza en tu pareja.
Si tu novio/a no te da motivos, tu no debes estar celoso/a.
Si tu montas una empresa,
necesitas trabajadores. Tienes que poner toda tu confianza en ellos para que
estos lo noten y trabajen más y mejor en tu negocio, que es el que te da de
comer. Cuando te contratan no te conocen, no saben cómo eres, por lo que debes
de ganarte su confianza. Esta nos hace más fuertes, más libres y también
mejores. Por el contrario, la desconfianza lleva al temor, al malestar, a la
insatisfacción. La duda, la inquietud, nos reprime, no nos deja actuar,
dificulta que tomemos iniciativas, nos paraliza, sufrimos.
La confianza es esencial en
nuestra vida, nos ha hecho desarrollarnos desde el principio de los tiempos. La
desconfianza no aísla del mundo, de la sociedad. En esta entrada he puesto
muchos ejemplos de confianza, pero podría llenar libros enteros con ejemplos de
confianza: en los deportes de equipo, un recién nacido que no conoce a nadie
tiene que confiar en sus padres, el dependiente confía en la persona a la que
le fía comida, etcétera.
Para terminar os dejo con unas
frases célebres sobre la confianza:
“La confianza, como el arte,
nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas la
preguntas”.
Earl Gray Stevens
“Nuestro ánimo se inclina a
confiar en aquellos a quienes no conocemos por esta razón: porque todavía no
nos han traicionado”.
Samuel Johnson
“La fuerza es confiada por
naturaleza. No existe un signo más patente de debilidad que desconfiar
instintivamente de todo y de todos”.
Arturo Graf
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