Esta semana voy a intentar responder a la pregunta que vi en clase de Juan Carlos Valenzuela, que me pareció muy original y con varias respuestas posibles.
Aparentemente sí, ya que lo que buscas es evadirte de tus preocupaciones pero, en el fondo, siguen ahí y lo único que no haces es encontrarles solución. Hoy en día realizamos esto, esquivamos nuestros problemas, porque su solución es muy compleja, o difícil de encontrar, o porque el problema nos afecta mucho y lo único que buscamos es librarnos de él lo antes posible, pero la mejor forma de librarte de ellos es enfrentándote a estos e intentar solucionarlos.
Si olvidas tus problemas y los dejas ahí, estos crecen hasta convertirse en gran problemas cuya solución es casi imposible. Otra forma de evadirte de ellos es echándole la culpa a terceras personas que no tienen culpa de nada. Esto lo que hace es agrandar el problema como he dicho antes ya que, aparte del problema inicial, te encuentras con el problema con esa tercera persona. Hoy en día, se produce mucho lo de echarle la culpa a los demás.
En resumen, lo mejor es enfrentarte a tus problemas y darles la cara. Si no haces esto el problema crece y puede ser muy perjudicial para ti y para los de tu entorno.
“La alegría de notar que podemos convivir con nuestros problemas sólo dura unos instantes”.
Esta frases refleja muy bien lo que he querido plasmar en mi entrada, ya que aparentemente pensar que no tienes problemas puede ser la solución a estos, pero en el fondo no.
“No hables de tus problemas si no es para encontrarles una solución”.
Esta frase explica que no hay que “andar con rodeos” y enfrentarte cara a cara con tus problemas.
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